La República Democrática del Congo es el tercer país de África por orden de magnitud territorial, pues abarca una superficie comparable a la del territorio de Europa occidental. No se debe confundir con el otro Congo, el francés, de mucha menor extensión. La capital es Kinsasa. El río Congo la separa de Brazzaville, capital del otro Congo.
Se encuentra en el corazón de ese maravilloso y a la vez desconocido continente, y ocupa una situación geopolítica envidiosa: comparte larguísimas fronteras con Uganda, Rwanda, Burundi, Tanzania, Zambia, Angola, Congo-Brazzaville, República Centroafricana y Sudán.
La superficie es cuatro veces y medio mayor que la de España, es decir 2.345.409 km.
Alcanza la independencia de Bélgica en el año 1960. A partir de aquí Mobutu Sese Seko impone una dictadura bestial que abarca 32 años (1965/1997). Laurent Kabila y su hijo Joseph Kabila, actual presidente de la República han sido sus sucesores. Hay pasos lentos hacia una democracia que no llega.
La RDCongo, en adelante Congo, fue en su historia reciente una propiedad privada del rey Belga Leopoldo II, antes de ser colonia belga, hasta 1960, año en el que se independizó de su metrópoli.
Después de esos brutales años de saqueo y los más de 30 años de dictadura, los congoleses y su tierra han sido víctimas de nuevos saqueos y guerras.
El conflicto de los grandes lagos (Alberto, Eduardo, Kivu y Tanganica) pasa por varias fases y tiene como detonante el genocidio ruandés de 1994. En 1996 contagia al vecino país Zaire (denominación, en esos momentos de la RD del Congo, obra de Mobutu) lo que da lugar a la primera guerra del Congo y a la caída de Mobutu. En 1998 se enfrentan los otrora aliados antimobutistas en la segunda guerra del Congo, también llamada Guerra Mundial Africana por la participación en ella de una decena de países.
En 2003 se sientan las bases para un gobierno de transición nacional. El periodo actual puede definirse como ni guerra ni paz. El enfrentamiento entre estados es reemplazado por un conflicto de menor intensidad de grupos armados informales de efecto dañino para la población de las provincias afectadas.
En noviembre pasado (2016) debieran haberse celebrado elecciones pero el presidente actual, Joseph Kabila, lo ha ido dilatando tratando de perpetuarse en el poder y contraviniendo la Constitución de 2006 que solo le otorga dos mandatos, ya vencidos.
La muerte de Tshisekedi, gran líder opositor, demócrata y luchador incansable contra el mobutismo, supone un antes y un después en el universo político congoleño caracterizado por la corrupción y el oportunismo. Muere en un momento crucial para la salida del bloqueo institucional creado por Kabila. Tshisekedi estaba llamado a presidir el cumplimiento del texto del acuerdo cerrado el pasado 31 de diciembre. Habrá elecciones en 2017? Eso esperamos todos.
