Soy un chico congoleño, de Birava y os cuento mi penosa experiencia vital. Tenía un problema en mi brazo izquierdo e ingresé en un hospital de la provincia de Kivu-Sur. Esto sucedió hace, aproximadamente, cuatro años. La intervención se complicó, lo que me hizo permanecer en el hospital durante mucho tiempo. Mis padres tuvieron que vender la mayoría de sus bienes, entre ellos la ganadería, para pagar los mil doscientos dólares que suponía la factura del centro hospitalario. Marché para mi casa y los problemas de mi brazo siguen sin solucionarse. Tengo 22 años, mi brazo izquierdo paralizado, con una gran hinchazón. Me comentaron que volviera a revisión al hospital y no lo he hecho porque no tengo dinero para abonar el coste. En un país donde el paro es espectacular decidme donde voy a trabajar con un brazo completamente inutilizado.

Si tienes dinero te curas, de lo contrario vagarás con tus penas. Esta es la triste realidad de un país donde el estado vive al margen del ciudadano y este ha de costearse la asistencia sanitaria. AMIDECON está resolviendo muchos de casos como el mencionado. Hemos construido un centro médico y un Hospital Materno-Infantil pero queda mucho por hacer. Necesitamos tu ayuda para ir satisfaciendo necesidades y paliando penurias.